Volví sana y salva. Pero debo decir que el viaje era muy directo y poco emocionante, y encima para mi sorpresa, llegue sólo 5 minutos tarde. Así que en definitiva todo fue un éxito.
Pero las bromas del destino y un poco las casualidades y por qué no, de la suerte, me dieron la adrenalina necesaria para un sábado a las 18 25hs. Es que ya estaba volviendo a mis pagos, entonces esperaba el tren en la estación Morón, vino, me subo, 20 metros a velocidad crucero y frena de golpe. Toda la gente que se agolpaba contra las ventanillas y las puertas para ver qué, en dónde, quién o qué cosa. Los comentarios no eran muy alentadores:- "Uh, ahora no arrancamos más";" parece que agarró un auto", " querés que nos bajemos y nos tomamos el colectivo?".
Y este último comentario fue el que más me llamó la atención, porque yo más allá de comenzar diciendo que el viaje fue directo, en realidad, en tren era directo, en bondi no tenía la más pálida idea de donde carajo estaba en el mapa y mucho, pero mucho menos de qué tomarme para regresar. Es que aunque salí con la Filcar y la Multi-guía, la primera no tenía las líneas de colectivos y la segunda sólo contemplaba la Capital Federal.
Así que agarré mi objeto de primera necesidad (¿?), y marqué el número de mi vieja:
-Hola vieja!, chee, estoy parada en la estación Morón.
-Pero qué paso?
- Y no sé, parece que el tren agarró a algo o alguien.
-uhh, y ahora como haces?, porque un colectivo va a tardar como 2 horas.
- Mamá, el problema no es que tarde, es que no tengo idea de que bondi me deja en algún lugar, el 239 te suena? (risas). Bueno hagamos así yo en un ratito te llamo y te digo que onda.
-Bueno, pero llamame y decime por dónde andás!
- Si vieja, sino ya pensé una estrategia: me pongo a correr en círculos por el centro de Morón..algún patruyero, en algún momento me tiene que parar. Y ahí le digo que estoy des-ubicada., vos decís que va a funcionar?
-Dale, mientras vos pulís tu estrategia yo armo un plan "B" de rescate.
- Gracias, gracias por no aprovechar tu oportunidad de des-hacerte de mi.
-De nada hija. Chau chau.
Así que ahí me quedé, por un lado esperando a ver que sucedía, y por el otro, puliendo mi estrategia, como me había recomendado mi madre.
Pero eso fue todo, sólo una broma que intentó jugar conmigo, con mi inseguridad, con mi falta de ubicación, porque a los 10 minutos ya estaba en haedo, y así hasta estación Once.
Toda una aventura..
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