Ultimamente en mi tiempo libre recuerdo, recuerdo sobre muchas cosas: chistes, situaciones, verguenzas, amores,amigos, flia, peleas, comidas, viajes y de todo un poco. Es como un zapping de recuerdos. Entonces recordé, cuando mi hermana y yo éramos peques y jugábamos juntas en la terraza de Gamarra hasta que mi vieja llegaba de trabajar (lindos tiempos, si que son para recordar!) y me acordé que ella tiene una cicatríz en forma de media luna en su entre-ceja. Y recordé también, que yo se la hice, es que un día jugando a la pelea con "espadas" agarré el palo de la cortina, esos de aluminio( recuerden que estábamos solas. Eso señores, era anarquía!) y atacándola con mi puñalada final se lo emboqué ahí. Y si, sangraba, nada para salir corriendo y gritando socorro de manera desquiciada, pero la había lastimado. Traté de curarla con un poquito de agua y algodón y le puse una curita. Entonces, debo reconocer que como hermana mayor usé mis recursos de persuación para que no le dijera a mi madre lo que había pasado.
Así fue, acordamos en un pacto de hermanas decirle a la vieja que se había golpeado la cabeza con la punta de la mesa de la cocina.
Mi vieja se lo creyó, la curó y todo siguió como si nada hubiese levantado sospecha. Pero si ustedes tienen hermanos saben que esos pactos tienen poca vigencia. Es que un tiempo después , un día, ya no jugando, sino peleanado, agarra y llorando se le acerca a mi viejita y le dice:
-Florencia me está molestando!, y para que sepas ésta cicatríz me la hizo ella un día con el palo de la cortina!!! (mientras me miraba como si me estuviera diciendo: tomá!, me las cobré forra!).
-Traidora!, y lo único que atiné a hacer fue a decirle a mi mamá:- No mamá, ya pasó hace mucho tiempo!, ahora ya no me podés retar! (supongo que la ley me amparaba, aunque en aquel momento no lo sabía)
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